Mascarillas para CPAP

Si despiertas con la garganta seca o sientes que el aire sopla en tus ojos, es probable que tu mascarilla tenga fugas. Esto puede suceder por desgaste, mala limpieza o un ajuste incorrecto. Corregir las fugas es crucial para garantizar una terapia efectiva y mantener la comodidad. Si este problema persiste, consulta con un especialista para evaluar la necesidad de un cambio de mascarilla o ajuste en el equipo.

Para mantener tu equipo limpio y libre de bacterias, utiliza una solución de agua jabonosa para lavar la mascarilla y la manguera. También se recomiendan cepillos especiales para limpiar el interior de las mangueras y evitar la acumulación de moho. Si utilizas limpiadores UV, asegúrate de complementar con el lavado tradicional. Recuerda que es importante reemplazar estos componentes periódicamente para una terapia más segura y efectiva.

La mayoría de los usuarios de CPAP reemplazan sus mascarillas cada 4 a 6 meses y los cojines cada 1 a 3 meses, dependiendo del desgaste. Cambiar estos componentes regularmente mejora la efectividad de la terapia al garantizar un buen ajuste, minimizar fugas y evitar irritaciones en la piel causadas por materiales deteriorados.

La comodidad es clave para una terapia efectiva. Si tu mascarilla es incómoda, revisa que el ajuste sea el adecuado y que la presión esté configurada correctamente. También puedes explorar otros tipos de mascarillas, como almohadillas nasales o opciones híbridas, que pueden ofrecerte mayor confort. Además, el programa de intercambio de mascarillas de 15 días de Remify te permite probar un diferente modelo y encontrar el perfecto para ti.

Para quienes duermen de lado, se recomienda una mascarilla con diseño de manguera hacia arriba. Este estilo permite mayor libertad de movimiento y evita que la manguera se enrede o cause incomodidad durante la noche. Este diseño es ideal para garantizar una terapia efectiva y un descanso cómodo en esta posición.