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Mujer practicando ejercicios de terapia miofuncional para fortalecer los músculos orofaciales y apoyar el tratamiento de la apnea del sueño.

¿Apnea del sueño? Mejora tu respiración con estos ejercicios

Recibir un diagnóstico de apnea del sueño puede generar muchas preguntas y preocupaciones, pero también representa una oportunidad para empezar a cuidar mejor la salud y el descanso.

En este camino, el acompañamiento médico es esencial, ya que permite identificar el tratamiento más adecuado según las necesidades de cada persona.

Además de las recomendaciones usuales, como el uso de dispositivos CPAP o mantener buenos hábitos de sueño, cada vez más personas están incorporando ejercicios guiados en su rutina diaria. Esta práctica, con el tiempo y la constancia, puede convertirse en un aliado real para respirar mejor durante la noche y despertar con mayor energía y bienestar.

¿Qué es la apnea del sueño y cuáles son sus síntomas?

La apnea del sueño es un trastorno que se presenta cuando la respiración se interrumpe repetidamente durante el descanso nocturno. Estas pausas pueden durar desde unos pocos segundos hasta más de un minuto, y suelen repetirse varias veces por hora, afectando tanto la calidad como la profundidad del sueño.

Existen distintos tipos, pero el más común es la apnea obstructiva del sueño (AOS), que ocurre cuando los músculos de la garganta se relajan de forma excesiva durante el sueño, estrechando o bloqueando completamente las vías respiratorias. 

Esto impide que el aire fluya con normalidad hacia los pulmones y obliga al cuerpo a despertarse momentáneamente para volver a respirar, aunque muchas veces la persona no sea consciente de ello.

Los síntomas nocturnos más frecuentes son: 

  • Ronquidos fuertes y persistentes.
  • Pausas evidentes en la respiración mientras se duerme (que a menudo nota otra persona).
  • Despertares súbitos con sensación de ahogo o falta de aire.
  • Sueño inquieto o fragmentado.

Los síntomas durante el día incluyen:

  • Somnolencia constante, incluso después de “haber dormido bien”.
  • Cansancio o fatiga sin causa aparente.
  • Dificultad para concentrarse o pérdida de memoria.
  • Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad o desánimo.

 

Hombre mayor dormido boca arriba con la boca abierta, posible síntoma de apnea obstructiva del sueño no tratada.

Terapia miofuncional: una aliada contra la apnea del sueño

Una vez que se cuenta con un diagnóstico médico de apnea del sueño y un tratamiento personalizado, una de  las estrategias complementarias que pueden contribuir a un mejor descanso es la terapia miofuncional, especialmente para los que padecen AOS.

Este enfoque terapéutico se basa en una serie de ejercicios destinados a reeducar y fortalecer los músculos de la zona orofacial, que participan en funciones esenciales como la respiración, la deglución, el habla y la posición de la lengua.

El objetivo de estos ejercicios es recuperar el equilibrio y la coordinación muscular en áreas como la boca, la lengua, la mandíbula, el paladar y las mejillas, lo que puede contribuir a un funcionamiento más eficiente y saludable de todo el sistema respiratorio superior.

El nombre “miofuncional” deriva de las palabras griegas mys (músculo) y functionalis (función), y hace referencia al objetivo central de esta terapia: mejorar la función de los músculos implicados. También se enfoca en entrenar a los músculos para que trabajen de forma correcta durante actividades específicas, como mantener una respiración nasal continua o una adecuada posición de la lengua en reposo.

En personas con apnea del sueño, aplicar esta terapia permite modificar patrones musculares disfuncionales que pueden contribuir al colapso de las vías respiratorias durante el descanso. 

A través de movimientos repetitivos y controlados, se busca aumentar el tono muscular y mejorar la estabilidad de los tejidos que rodean la vía aérea superior. Esto puede reducir la resistencia al paso del aire durante el sueño y favorecer una respiración más fluida y constante.

La terapia miofuncional se adapta a las necesidades individuales de cada paciente y debe ser supervisada por profesionales especializados, como fonoaudiólogos, terapeutas orofaciales o fisioterapeutas formados en esta técnica. 

Mujer joven practicando ejercicio de terapia miofuncional, con labios en forma de O, para fortalecer la musculatura orofacial.

Ejercicios para la apnea del sueño que puedes hacer en casa

Existen distintos tipos de ejercicios dentro de la terapia miofuncional que se pueden practicar en casa y se enfocan en áreas específicas como la respiración, la garganta, la lengua, la mandíbula y la cavidad oral. 

Algunas de las técnicas más utilizadas dentro de este enfoque terapéutico son las siguientes:

Ejercicios de respiración

Entrenar una respiración más profunda, nasal y diafragmática puede tener un impacto positivo en la calidad del sueño. Los ejercicios de respiración consciente ayudan a mejorar el control del flujo de aire y la expansión pulmonar:

  • Respiración diafragmática

Recuéstate o siéntate con la espalda recta. Coloca una mano sobre el pecho y otra en el abdomen. Inhala por la nariz y siente cómo se eleva el abdomen, no el pecho. Exhala lentamente. Práctica 5 minutos al día.

  • Control respiratorio

Inhala durante 4 segundos, retén 2 segundos y exhala durante 6 segundos. Esto entrena el ritmo respiratorio y favorece la relajación.

  • Expansión torácica

Con los brazos extendidos, inhala al elevarlos por encima de la cabeza y exhala al bajarlos lentamente, manteniendo una respiración constante y fluida.

Ejercicios para la garganta

Estos movimientos están enfocados en mejorar el tono del paladar blando y la zona de la faringe, fundamentales para mantener la vía aérea abierta mientras se duerme:

  • Cantar vocales

Pronuncia lentamente y en voz fuerte las vocales A, E, I, O, U, sosteniéndolas durante unos segundos cada una. Hazlo al menos 3 minutos al día.

  • Gárgaras sostenidas

Realiza gárgaras con agua templada durante 30 segundos, manteniendo la cabeza inclinada hacia atrás. Repite dos veces al día.

  • Elevación del paladar

Simula un bostezo abriendo la boca y tratando de elevar la parte blanda del paladar. Mantén unos segundos y relaja.

Ejercicios para la lengua

La posición y fuerza de la lengua tienen un papel clave en la función respiratoria. Estos ejercicios ayudan a reforzarla y evitar su desplazamiento hacia atrás durante el sueño:

  • Presión contra el paladar

Con la boca cerrada, presiona la punta de la lengua contra el paladar justo detrás de los dientes superiores. Mantén 5 segundos y repite 10 veces.

  • Movimientos verticales

Saca la lengua y muévela hacia la nariz y luego hacia el mentón sin mover la cabeza. Haz 10 repeticiones.

  • Movimientos laterales

Con la boca entreabierta, mueve la lengua de un extremo a otro, tocando las comisuras de los labios. Repite 10 veces.

Ejercicios para la mandíbula

Fortalecer la musculatura mandibular ayuda a mejorar su alineación y estabilidad, lo que puede influir en la apertura adecuada de la vía aérea:

  • Apertura controlada

Abre la boca lentamente hasta notar una ligera tensión. Mantén 5 segundos y cierra. Realiza 10 repeticiones.

  • Resistencia con la mano

Coloca la mano bajo el mentón e intenta abrir la boca mientras ejerces una leve oposición. Mantén unos segundos y repite.

  • Deslizamiento lateral

Con la boca apenas abierta, mueve la mandíbula hacia la izquierda y luego hacia la derecha. Hazlo 5 veces por lado.

Ejercicios bucales para la apnea del sueño

Estos ejercicios combinan movimientos de labios, mejillas y lengua para mejorar la coordinación dentro de la cavidad oral, una zona clave en la terapia miofuncional:

  • Inflar mejillas alternadas

Cierra la boca y llena una mejilla de aire. Mantén 5 segundos y cambia de lado. Repite 10 veces.

  • Tensión labial

Junta los labios con fuerza y mantén la presión durante 10 segundos. Descansa y repite varias veces.

  • Círculos con la lengua

Rota la lengua dentro de la boca, tocando dientes y encías con movimientos circulares amplios. Hazlo en ambos sentidos.

Mujer practicando ejercicio facial para fortalecer labios y mejillas como parte de rutina miofuncional contra la apnea del sueño

¿Cuánto tiempo tardan en hacer efecto los ejercicios para la apnea del sueño?

Los resultados de la terapia miofuncional no son inmediatos. Como cualquier tipo de entrenamiento muscular, requiere tiempo, repetición y constancia. 

En la mayoría de los casos, los primeros cambios comienzan a notarse tras varias semanas de práctica diaria, aunque los efectos más evidentes suelen notarse entre la sexta y la octava semana.

El tiempo necesario para ver mejoras varía según varios factores, como la severidad de la apnea, la técnica utilizada, la regularidad de los ejercicios y si el paciente sigue otros tratamientos en paralelo. 

Personas con apnea leve y que son constantes suelen percibir beneficios más pronto que quienes tienen un cuadro más avanzado o practican los ejercicios de manera esporádica.

Es importante destacar que estos ejercicios funcionan mejor como apoyo al tratamiento indicado por el médico, no como solución aislada. Por eso, se recomienda integrarlos en la rutina diaria bajo la supervisión de un profesional especializado, quien puede evaluar el progreso y ajustar el plan según las necesidades individuales.

La clave está en la paciencia y la constancia. Los resultados llegan cuando se trabaja de forma comprometida, con metas realistas y entendiendo que cada avance es parte de un proceso gradual.

Mujer haciendo ejercicio facial frente al espejo como parte de una rutina diaria para mejorar la apnea del sueño con constancia.

Errores comunes al hacer ejercicios para la apnea del sueño (y cómo evitarlos)

Aunque los ejercicios miofuncionales están pensados para ser simples y seguros, su efectividad depende en gran medida de cómo se realizan. 

Uno de los errores más frecuentes es hacerlos sin dominar la técnica. Cuando los movimientos no se realizan correctamente, es posible que no se activen los músculos adecuados o que se generen tensiones en zonas que no deberían intervenir, lo cual reduce los beneficios y puede causar incomodidad.

Otro problema común es la falta de constancia. Hacer los ejercicios de manera esporádica, solo un par de veces por semana, no es suficiente para obtener resultados visibles. Como en cualquier proceso de fortalecimiento muscular, los cambios se logran a través de la repetición diaria y el compromiso con una rutina estable.

También ocurre que algunas personas comienzan a practicar estos ejercicios sin una evaluación profesional previa. Esto puede llevarlas a seguir rutinas que no están adaptadas a sus necesidades reales o a mantener posturas inadecuadas que dificultan el progreso. 

La supervisión de un especialista en terapia miofuncional permite diseñar un plan individualizado, corregir errores y medir avances de forma segura.

Por último, muchas personas abandonan los ejercicios porque esperan mejoras inmediatas. La terapia miofuncional requiere tiempo, y los beneficios aparecen de manera gradual. Tener expectativas poco realistas solo genera frustración y reduce la motivación para continuar.

Hombre realizando ejercicio miofuncional siguiendo las recomendaciones de un especialista para evitar errores comunes.

La terapia miofuncional no reemplaza el uso del CPAP

Aunque la terapia miofuncional puede ser una parte útil del tratamiento, no reemplaza el uso del CPAP, especialmente en personas con apnea del sueño de tipo moderado a grave. 

El dispositivo CPAP (presión positiva continua en la vía aérea) sigue siendo el método más efectivo para mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño y evitar interrupciones en la respiración.

Esto se debe a que está diseñado para proporcionar aire constante que impide que las paredes de la vía aérea colapsen mientras la persona duerme. Su eficacia está clínicamente comprobada y es la primera línea de tratamiento recomendada por especialistas en medicina del sueño.

En cambio, la terapia miofuncional ofrece beneficios progresivos, que dependen del tiempo, la constancia y el nivel de compromiso de la persona. Si bien puede ser un apoyo importante para mejorar la función respiratoria, no ofrece una intervención inmediata ni garantiza el control total de los eventos de apnea, sobre todo cuando estos son frecuentes o severos.

Además, dejar de usar el CPAP sin indicación médica puede empeorar los síntomas y aumentar el riesgo de otras complicaciones relacionadas con la apnea del sueño, como fatiga crónica, hipertensión, enfermedades cardiovasculares o metabólicas. Por eso, es fundamental comprender que ambos tratamientos no cumplen la misma función.

En muchos casos, la combinación de CPAP con ejercicios miofuncionales puede ser una estrategia útil, pero cualquier decisión sobre cambios en el tratamiento debe ser tomada por un profesional especializado. 

Mujer dormida usando mascarilla nasal de CPAP en la cama, tratamiento principal para apnea del sueño moderada o grave.

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Dormir mejor es posible cuando el tratamiento se acompaña con estrategias personalizadas y constancia. Para muchas personas con apnea del sueño, el CPAP es una herramienta esencial, pero sumar ejercicios miofuncionales bajo supervisión profesional puede aportar beneficios reales en la calidad del descanso.

En Remify apoyamos a personas con apnea del sueño, brindándoles acceso a dispositivos CPAP de calidad y a información práctica que les permite mejorar la calidad de su descanso noche tras noche.

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